miércoles, 13 de octubre de 2010

DAR y RECIBIR


Clase 120: Cuando la maestra Ceci-Li pide que hagamos el “golpe con el metatarso”, me doy cuenta de que he perdido el dominio sobre mi pie izquierdo. Me resulta imposible poder acertarle al blanco, los golpes son demasiado altos o demasiados bajos, siempre errados; la imprecisión me desalienta hasta tal punto que vuelvo sola al vestuario.
Sentada sobre el banco descolorido, mirando a mi pie como buscando una explicación, imprevistamente lo vi. En realidad nos vimos, mi dedo gordo a través de una pequeña llaga redonda, como un cíclope, me estaba mirando directamente a los ojos. De repente mi animo cambió, y envuelta en una epifanía en la que parecía estar en armonía con el universo, creí oírlo decir: “Yo, sostén de tu cuerpo, amo de los 10 dedos, coordinador de tus pasos, señor de tu erguida postura, he sido abandonado a mi suerte.” Su voz no era ni grave ni aguda, ni fuerte ni débil, sin embargo su contundencia me mantenía en el sopor del encantamiento. “¿Acaso, no te lo he dado todo?” me decía, “y sin embargo me has descuidado a tal punto que ya me has quitado las ganas de mantenerte en pie. Hace tiempo que no me pones Empecid en los honguitos, ni limpias mis impurezas con la lima roja, es más, mira mi uña, de tan larga se ha convertido en un arma mortal. ¿Te parece bien esta inequidad? ¿No crees que deberías prestarme más atención?"
La puerta del vestuario se abrió, era la profesora Ceci-Li preguntándome que me ocurría, si acaso me había lastimado en el ejercicio. Dicen que la alucinación con opio tiene la particularidad de permitir salir y entrar en ella a voluntad, si es así, con esa facilidad, salí de los reproches de mi dedo a la preocupación de mi maestra. “No es nada, tan solo fatiga”, me miró extrañada, usualmente no hablo en español neutro, pero en una demostración más de su sabiduría, cerró la puerta y se fue.
En casa, lo primero que hice después del baño, fue atender a mi dedo. Lo limpié con esmero, corté su uña con ayuda del alicate que uso en la jardinería de la terraza, le puse Empecid y lo froté con cariño.
Una semana después pude hacer el golpe con gran eficacia, incluso la maestra Li, que notó mi evolución, me felicitó.
Clase 132: Hoy nos enseñaron el “golpe con filo”, una suerte riesgosa que involucra a todo el pie. No voy a tener problemas, ayer ya convine con mi dedo gordo, en dejar de usar esos zapatos de taco alto que compré en Las Baratas y que me van tan apretados; “Solo los de Prüne y las ojotas”, me pidió.
Jamás se lo negaría, en Noviembre doy el examen para cinturón gris, sé que no voy a fallar.

12 comentarios:

  1. Conversaciones con mi pie. :-) Muy original.
    Un abrazo Julio.

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  2. Gracias Torcuato, parece que en la vida todo es negociación. Abrazo

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  3. Si yo vistiera a mi pie sólo con Prüne estaríamos muy felices los dos.... pero que eso ocurra algún día.... jaja
    Muy bueno, me gustó....!!

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  4. Que bueno que te haya gustado!Finalmente el dedo gordo también era femenino, rudo pero femenino. Abrazo

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  5. No sé por qué me dio la impresión de que leía un relato futurista y que el dedo era una pequeña parte robótica con memoria independiente de un androide...pero lo de los tacos me saco del letargo. Muy original, Julio. Un abrazo

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  6. Se me dió por pensar en las mujeres que hacen artes marciales, tengo alguna cerca. Hector, tenes idea de como se puede hacer para que los nombres que pongo de los metaforistas en metaforario, sea a su vez como un link para que se pueda entrar en sus respectivas páginas? gracias

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  7. Julio, intenta hacerlo con el gadget LISTA DE ENLACES, creo. En el título escribes el nombre de la persona, y escribes el URL en la parte que corresponde.

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  8. Muchas gracias Hector, lo intento y vemos que sale.

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  9. THE NEW YORK TIMES: Literary Review
    by Ezra Pound
    Translated to Spanish

    El autor, usando una increíble creatividad e imaginación, desarrolla una vibrante narrativa entre un hombre y lo que metafóricamente llama el dedo gordo de su pie. Es acerca del dolor espiritual, que lleva a los humanos a la más insondable desesperación.

    Los más famosos maestros de la literatura, hubieran explotado esta situación de insensato sufrimiento como prueba de la inexistencia de Dios. Pero, la genialidad de Genissel, le permite usar al Dedo gordo/Dios, como interlocutor, con el cual comienza una negociación...el protagonista otorga su devoción al metafórico dedo, y a cambio recibe un milagro.

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  10. Gracias Doctor.Syfres, Inquitante interpretación de la relación entre la mujer y su dedo, y muy bien expresada.
    Según Martín Heidegger todas las angustias devienen de una sola, única y primaria que es la angustia provocada por la cociencia de la finitud. Tal vez del mismo modo en toda negociación subyaga, el intento de pactar la prolongación de la vida y la supresión del sufrimiento, Dios sería entonces un interlocutor pertinente,
    Un abrazo

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  11. Tu cuento es una muestra de la conveniencia de resolver los problemas a través del diálogo, señal de que la comunicación democrática funciona! Me agrada la lectura que haces de Heidegger, creo que uno de los grandes aportes de don Martin ha sido precisamente el ubicar al ser en el tiempo, la forma en la que ser implica tender hacia la muerte! Muy ingenioso y con un sutil tono cómico Julio, sinceras congratulaciones!

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  12. Estimado Señor Dáltanos, gracias por su halago. Tal cuál, la existencia lleva implícito un comienzo y un final. Por eso aquí nos ocupamos del “entretanto”, del “mientras”, es decir de la vida. Cada cuál a su modo, con sus angustias a flor de piel, o bendecido por un amor inesperado.
    Momentos, todos momentos del “en tanto que”. Arriba, abajo, todos instantes, todo cambiando, mutando, reinventándose. Por eso en tanto Señor Dáltanos , como dijo Horacio Quiroga “lo que no arregla la escritura, no lo arregla nada”. Escribamos, divirtámonos, y dejemos que el tiempo transcurra, de todos modos, el traidor lo hará sin nuestro permiso. Un abrazo

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