lunes, 19 de septiembre de 2011

redención






Me gusta observar a la gente, verla ir y venir gastando su tiempo en la insensata tarea de ocultar el leve peso de sus almas. Cada uno de ellos sabe como yo que nada vale la pena, que todo movimiento es un inútil intento de soslayar lo quieto, y que el cansancio revelará ahora o más tarde la insoportable verdad. Y como todo es tan ingrávido, tan sutil y tan liviano, me place ver que la vida es tan frugal, que perderla o tenerla da lo mismo. Así no tengo miedo, salvo ahora, después de mirar sus ojos verdes con nubecitas que por un instante me confunden. Es tan hermoso este descanso.

8 comentarios:

  1. Ojos verdes con nubecitas confunden a cualquiera... ;)

    Yo creo que intentamos ocultar la levedad del ama para que no se nos vaya volando... porque si la dejás, el alma vuela... :)

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  2. Si. De vez en cuando necesitamos esa redención que nos da la belleza.
    Magistral, Julio.
    Un fuerte abrazo.

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  3. Reina, justamente estaba pensando un historia sobre una casa con fantasmas. Por alguna razón que se iría revelando, las almas de algunas de las personas que vivieron en ella no pueden atravesar el cielorraso. Una anomalía, una maldición, un cielorraso demasiado reforzado, no se, la cuestión es que no pueden salir.
    Volviendo al texto, es agradable tu interpretación optimista del alma y de la vida, y en mi criterio también necesaria. Un abrazo y gracias.

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  4. Torcuato, gracias por tu inmerecido halago. Coincido en que la belleza redime. La complejidad de la vida se detiene ante el gol de Maradona a los ingleses o frente a unos ojos verdes con nubecitas. La gran tragedia de la vida radica (me parece) en el buen gusto. Si lo bello es tal por el observador, cuanto menos refinado y exigente más belleza habrá en este mundo, y viceversa cuanto menos riguroso y sutil, más armónico será todo. Es decir que mi madre no debió jamás haber soltado mi mano aquel día en el Jardín de Infantes, ahí comenzó la desdicha. Un abrazo.

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  5. Suelo ser más optimista... me gusta serlo... aunque a veces hay períodos... de los que mejor no hablar...
    Mi alma vuela demasiado.... necesito anclarla un poco de vez en cuando para que no pierda el sentido de la realidad...
    Aunque me gustaría mucho que lo perdiera de una vez y para siempre... ;)

    Podría ser que las almas de tu futura historia estén ancladas en la casa por algo que los ligue a ella y no las quiera dejar partir...

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  6. Seguramente tu alma funciona como un globo aeroestático que se eleva solo por el poder del calor, pero que necesita regulación para poderlo bajar. Nada complicado supongo para el que sabe dominarlo. Un abrazo.

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  7. La levedad en la que nos ahoga la rutina de las absurdas obligaciones, Julio. Unos ojos verdes, claro, verde esperanza.

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  8. Enmalestado, si, supongo que si la vida no vale nada entonces no hay nada que perder, claro que a la vuelta de la esquina pueden acechar unos ojos verdes con nubecitas. Un abrazo.

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