Dios y el diablo dirimen sus diferencias en mi cuerpo. Durante mi vida, fortunas y desventuras han sido el resultado de sus lides.
El triunfo del mal sería mi muerte anticipada, y las crueles batallas y escaramuzas que he sufrido, la lucha del bien por evitarlo.
He cuadriculado mi cuerpo en sectores de 5 x 5, los he fotografiado y ampliado para precisar la búsqueda, pero nada.
Sé que el grabado de una fecha final avala la equidad del duelo, y que solo podré intervenir cuando logre hallarla.
Hoy recordé que en la antigüedad los agoreros leían el futuro en las entrañas.
Veremos como hago.
El triunfo del mal sería mi muerte anticipada, y las crueles batallas y escaramuzas que he sufrido, la lucha del bien por evitarlo.
He cuadriculado mi cuerpo en sectores de 5 x 5, los he fotografiado y ampliado para precisar la búsqueda, pero nada.
Sé que el grabado de una fecha final avala la equidad del duelo, y que solo podré intervenir cuando logre hallarla.
Hoy recordé que en la antigüedad los agoreros leían el futuro en las entrañas.
Veremos como hago.
Creo que habrá que profundizar más la búsqueda para encontrar algo. Dejemos de buscar en el cuerpo. ¿Qué tal en el alma?
ResponderEliminarUn abrazo, Julio
Torcuato. Dios y el Diablo han acordado el grabado de la fecha en el cuerpo, pues siendo el alma por definición inmaterial, podría prestarse a confusión. Incluso el Diablo ha argumentado (según consta en actas debidamente transcriptas del sanscrito al arameo y de esta lengua al hebreo antiguo) que el alma siempre ha estado mas cerca de Dios y que no sería confiable la inscripción vital en una entidad etérea con natural simpatía hacia el bien. Este argumento fue oportunamente rechazado por los abogados de Dios asegurando que no está en su naturaleza la mentira ni el engaño. Pero el Diablo no lo acepto seguramente por esto de que:”el ladrón piensa que todos son de su misma condición”. En fin.
ResponderEliminarAbrazo
Ni en el interior de las entrañas podrás encontrar la fecha del final... está grabada, sí, pero en la memoria de tu creador... al sólo efecto, justamente, de que no intervengas... ;)
ResponderEliminarDeben estar teniendo una dura batalla dentro mío, ángeles y súcubos, por estos días y me están dejando a los muertos dentro... cada día pesan más...
Lindo post... da para seguirlo... ;)
Esa búsqueda por cuadrículas me ha recordado la paranoia de una noche de estudiante en la que creía ver más lunares de los que tengo habitualmente y empecé la cuenta, milímetro a milímetro buscando la "mancha cancerígena". Afortunadamente no encontré tatuada ninguna fecha. Bueno, que me enrollo. Me gustó el relato y sobre todo la frase de arranque.
ResponderEliminarSaludillos de viernes
Gracias, Julio. Me ha parecido interesantísima tu contestación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy buen giro final Julio!
ResponderEliminarSiempre es agradable visitarte
Patricia
Reina, es muy buena y verosímil tu respuesta, la prueba es que al momento nadie ha encontrado escrita su fecha final. Se me ocurre que el suicidio es un triunfo del mal y un adelantamiento de la fecha, aunque no estoy seguro.
ResponderEliminarSi la vida no es otra cosa que la excusa para que dos poderes combatan entre sí, tal vez el conocimiento de la fecha quiebre el juego y aquel que encontrase ese extraño tatuaje pasaría a ser inmortal, ya que carecería de sentido seguir jugar en su interior y el duelo acabaría.
Con respecto a la batalla que percibís en tu cuerpo, confirmaría la hipótesis del conflicto. Como las batallas se dan al mismo tiempo en billones de seres humanos, el bien y el mal, como en toda estrategia no pueden distribuir al mismo tiempo la misma cantidad de armamento en cada una de las personas. Por eso en este momento quizás lo doloroso venza a lo placentero por una simple cuestión de desbalance momentaneo de combatientes. Pero como en todo juego en este también se puede hacer trampa, por ejemplo podrías ver la manera de sacarte esos muertos de encima, vía exorcismo, diuréticos o simplemente una buena borrachera.
Abrazo
Puck, cuando pensé en cómo podía estar escrita esa fecha, los lunares parecían una opción. Tal vez como en las constelaciones se trate de unir puntos entre sí hasta formar un dibujo, o quizás el idioma elegido haya sido el Morse y en ese caso habría que detectar los diferentes tamaños para saber cuales representan puntos y cuáles rayas. Otra opción serían las arrugas, difíciles de ver a simple vista en la juventud pero notables en la vejez. La serie de catástrofes que están sucediendo en el planeta podría explicarse entonces por la alteración cósmica que producen, peelings, estiramientos y botox a las reglas naturales. No creo que a Dios y al Diablo le agrade que las personas modifiquen o alteren la fecha vital. Esto me lleva a preguntarme si las letras fueron originalmente inventadas o por lo contrario descubiertas. Tal vez la respuesta esté en las ruinas ocultas de la ciudad de Ur, o en una tabla de bajorrelieves cuneiformes de Caldea. No lo sé, pero es una pena que abandonaras tu búsqueda, una vez que el dermatólogo despeja todo tipo de paranoia, quedan los lunares como puntos distribuidos aparentemente de forma aleatoria, ¿pero como saberlo? Tal vez estaba en tus manos el descubrimiento trascendental, una pena. Abrazo
ResponderEliminarTorcuato, a una buena pregunta, una buena respuesta. Abrazo
ResponderEliminarPatricia, me da alegría que me visites. El giro final me resultó inquietante, deseaba que el personaje abandonase la idea de destriparse y optara por una variante mas acorde con los tiempos. Por ejemplo hacerse una batería de tomografías computadas, radiografías y resonancias magnéticas desde todos los ángulos posibles. El tema sería entonces como conseguiría que su cobertura médica le cubriese semejante despropósito. Otro punto que surge de esta variante es la creación de un nuevo oráculo, donde nosotros podríamos ser los sacerdotes y sacerdotisas, algo más piadosos que los de Delfos y requerirle a aquellos que quieran conocer su futuro que vengan muñidos de estudios de vísceras que nosotros leeríamos.
ResponderEliminarBueno era solo una idea. Abrazo.
El suicidio es el triunfo del mal, no te quepa duda, sucede cuando ya no hay esperanzas ni se quieren tenerlas...
ResponderEliminarLa vida NO es otra cosa que la excusa para que dos poderes combatan entre sí... la vida es mucho más que eso....!!!
Entre el exorcismo y el diurético me quedo con la borrachera... :)
Un beso
¡Que buena opción!, la mejor. El alcohol lo que no mata lo esteriliza. Abrazo
ResponderEliminarInteresante, las batallas entre el bien y mal son eternas, el bien y el mal son temas que rebasan la experiencia y viven, a pleno, en la imaginación. Supongo que al final todo se reduce a preguntarnos si estamos echados a uno de estas dos caras del Tao.
ResponderEliminarEl choque constante de Dios y Satán esculpe la piedra virgen de la que partimos.
Lotard Leanks , gracias por comentar, me gustó mucho la figura literaria de la frase final, te invito a que dejes tus metáforas en metaforario.blogspot.com, (un diccionario de metáforas), serás muy bienvenido.
ResponderEliminarAhora bien, cierto es que la lucha entre el bien y el mal es tan antigua como lo es la capacidad del hombre de percibir la diferencia entre el bienestar y la desventura. Los consensos de los pueblos han compendiado lo bueno y lo malo, y como todo lo demás se ha ido modificando con el tiempo.
Pero finalmente las cosas pasan por uno. Y ahí, si despertamos de la inercia de lo cómodo, si nos desperezamos y nos sacudimos la paz de los objetos, si tratamos de ver un poco más allá del diario y de la tele, nos encontramos con un terrible abismo cruzado por dos puentes. ¿Tenemos ganas de cruzar? ¿Cuál es el puente correcto? ¿Debo decidir solo?
Insisto en que nada es mejor que ver una buena película en un plasma de 42”, sonido 5.1 en blue ray. Pero en tanto el abismo no ha desaparecido, tampoco las opciones, levantarse del sillón es un despropósito y me parece que siempre ganará. ¿Será ese el “bien”, el no actuar, el dejarse llevar por el suave viento de la comodidad?, ¿acaso esta paz deviene del bien, o por el contario está montada sobre miles de acciones en las que el mal ha triunfado?
En tanto invento una historia en la que Dios y el Diablo disputan sus diferencias en mi cuerpo y que existe una fecha grabada que avala la equidad de la contienda. Poca cosa tal vez, una pequeña historia perdida, entre los pixeles de la pantalla. Todo esto Lotard para decirte que no creo que estemos echados a alguna de las caras del Tao, Todos son instantes, y la presunción de estar eligiendo, es solo eso, una presuntuosa sensación humana. Un abrazo
me ha gustado el lenguaje, aunque me parecio bastante breve. creo q el bien y el mal son sin duda del hombre y no de dios o el diablo. pero ayer u hoy me plantee una pregunta:
ResponderEliminarsi en otro planeta tambien hay moral, sera una tendencia natural y no algo tan sumamente ligado al humano? entonces uno dejaria de preguntarsepor bien o mal, sino ya por estas tendencias per se.
yo, por mi lado, creo q el suicidio es el triunfo del ser sobre la naturaleza.
saludos.
Estimado Sr. Genissel:
ResponderEliminarEl tema del grabado con la fecha de nuestra muerte, siempre me obsesiono y su narrativa me impacto, por razones que pronto comprenderá. Durante años consulte con expertos en astrología, tarot, hojas de té, psíquicos, y oráculos. Todas las respuestas eran contradictorias y sin un serio sustento. Finalmente, la semana pasada hice mis valijas y fui a Saint-Rémy-de-Provence en el sur de Francia, y le pedí una entrevista a Nostredamus. El me dijo que las fechas de nuestras muertes estaban grabadas dentro de nuestros cuerpos!!. Pero que lo que iba a encontrar tal vez no fuera lo que yo buscaba o esperaba, ya como no hay muerte sin vida, la fecha de nuestras muertes es irrelevante...ya que la muerte es el nacer. Le pague y me fui pensando que Nostredamus era un viejo senil, que cuando uno le pregunta una fecha, se pone a filosofar. La fecha está grabada dentro de nuestros cuerpos y listo.
Hoy acabo de salir de dieciocho horas de cirugía. Los médicos abrieron y revisaron todo, cabeza, cuello, tórax, abdomen, brazos, y piernas. Todavía estoy abombado por el efecto de la anestesia, pero sé que la señorita de blanco que entro a mi pieza es una enfermera. Escucho su voz que parece salir de docenas de parlantes ocultos. Dice que encontraron el grabado con el número.....y me dio la fecha de mi nacimiento.
Atentamente,
Doctor.Luis
DUKE, ciertamente a mi también me parece un relato demasiado breve, pero lo estoy compensando con la extensión de las respuestas a los comentarios.
ResponderEliminarCoincido con que el bien y el mal son cuestiones humanas, pero tal vez lo sean tanto como la invención de Dios y el Diablo. ¿Cómo saberlo? En el medio está la fe. La fe, el miedo, la culpa, el rigor, la valentía, la desesperanza y muchas otras sensaciones y actitudes que definen a la condición humana. El bien y el mal son la esencia de esa condición. O eso creemos, ¿Y si en realidad fuésemos un objeto, un tablero en el que otros juegan un juego cósmico? O piezas, trebejos, como en el cuento “ajedrez” de Borges:
- - - - - -
También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?
- - - - - - - -
Si existiera vida en otro planeta, y si esta fuese una creación de Dios, va de suyo que tendrían moral y que ésta estaría definida por valores. Pero si no fuese así, si de mismo modo que la compleja química de la vida humana se explica en combinaciones del carbono y la de esos alienígenos se montase por ejemplo en el sílice, ¿tendrían moral? Esos seres parecidos a esculturas de arena volátil, quizás no necesitaran definirse entre lo bueno y lo malo. Solo realizarían sus acciones sin que medie en ellas un juicio de valor.
Con respecto al suicidio tu definición me resulta muy lúcida. Hoy en la revista “El país” hay una nota de Millás al respecto que todavía no leí, pero se trata de un hombre que lo convoca un día antes de su suicidio, para que el escritor registre su voluntad, en este caso la eutanasia.
Masada la fortaleza de los hebreos en Judea pasó a la historia cuando sus ocupantes sitiados por los romanos decidieron suicidarse en grupo antes de entregarse al Imperio. Los antiguos capitanes de barco, en un naufragio se hundían con él. Combatientes guerrilleros de Argelia y Argentina llevaban una cápsula de cianuro que utilizaban si eran tomados prisioneros. Cleopatra destapó la canasta de mimbre donde una serpiente concluyó su sufrimiento por un reino y un amor. En fin podríamos buscar muchos ejemplos. Personalmente prefiero la lucha a la rendición y la cápsula se la daría a mi enemigo al igual que la serpiente.
Cesare Pavese escribió: “los suicidas son asesinos tímidos”, tal vez cuando lo hizo no sabía que estaba anticipando su propio destino.
Un abrazo
Doctor.Syfres, muy bueno su relato del relato. Así es esto un cuento, una frase o una simple palabra ponen en funcionamiento extraños mecanismos de la mente que como en su caso dan por resultado un interesante cuento.
ResponderEliminarSegún entiendo la propia vida define la muerte y convierte en irrelevante la exactitud de la fecha de finalización, digamos de respirar. Puede ser, pero en la subjetividad aún de su personaje el conocimiento de la fecha es vital.
Personalmente creo que si algo no debería conocerse, si un secreto debiese ocultarse aún al wilkileaks es esta fecha. Que diferente serían nuestras vidas sabiendo el momento exacto del final, del nuestro y de nuestros seres queridos. Horrible, me parece bien que a su personaje tampoco le hayan definido la fecha, ahora podrá seguir buscando sin saber hasta cuando.
Por otro lado, si interviniese en este asunto “Defensa del consumidor” objetaría esta cuestión, sabido es que en todo envase la fecha de fabricación debe de acompañarse con la del vencimiento, y no solo eso, también es obligación el código de fabricación.
Viéndolo de este modo parecería una picardía de nuestro Creador para desligarse de la correspondiente garantía de fabricación.
Un abrazo
Seguí tu post en mi blog... my simple porque stoy otra vez con fiebre... :(
ResponderEliminarhttp://reinadebuenosaires.blogspot.com/2010/12/disputa-perpetua.html
Un beso
Reina, leí tu post, muy bien escrito. Abrimos una sucursal del debate.
ResponderEliminarAbrazo
Sublime Julio, inquietante por un lado entender la existencia como mero juego caprichoso entre Dios y Satán. Le dejas a tu protagonista una voluntad nula. Nula hasta que encuentre la fecha grabada en su cuerpo (donde más grabarla sino en la materia física) lo cual interpreto como el final del juego sin necesidad de muerte (¿inmortalidad?).
ResponderEliminarYo asocio el acto de encontrar la fecha con encontrar la esencia de cada ser, cuando uno encuentra su esencia, su razón de ser, su objetivo, sus herramientas, uno está más lejos de ese duelo DIOS-BIEN/SATÁN-MAL y más cerca de cruzar el abismo sin incertidumbres dolorosas, o mejor, uno SE HACE CREER que está más lejos de ese duelo, y más cerca de cruzar ese abismo sin incertidumbres dolorosas! Parece que puedo vivir con el engaño!
Reflexivos abrazos y gracias por hacerme pensar con tus palabras, nos estamos leyendo!
Gracias Señor.Dáltanos por tu profundo comentario.
ResponderEliminarMuy interesante la interpretación de que la fecha final, sea a la vez la explicación del ser. Hallarla entonces sería, como dices, el hallazgo de uno mismo, de nuestra propia identidad. Y puestos los términos en orden inverso: Si halláramos nuestra identidad en una visión tan profunda y completa que como en una epifanía pudiéramos comprender la esencia de nuestra vida, se quebraría el juego siniestro del bien contra el mal, ya carente de sentido cuando no hay nada por lo que optar.
Recomiendo una peli que vi hace unos días, “Devil”, traducida como “el encuentro del Diablo” o algo así (está en cuevana.com). Claro, en realidad ahora que lo pienso no puedo decir porque la cito, pues arruinaría la intriga si la ves, igual valga la recomendación como un aporte al debate.
Un abrazo